Fueron momentos inolvidables. No se recuerda haber visto en la historia argentina tanta gente congregada por cinco días consecutivos en un radio de ocho cuadras. Las cifras oficiales indican que 6 millones de personas de distintas edades y orígenes se acercaron hasta el Obelisco y la Plaza de Mayo para disfrutar de la fiesta del Bicentenario.
Hubo shows y atractivos para todos los gustos y el resultado pudo verse en el rostro de los presentes: felicidad plena, alegría de compartir un mismo sentimiento patriótico, lejos de cualquier inclinación religiosa, moral, política, cultural, sexual y deportiva.
Que este acontecimiento no se olvide nunca jamás, y pueda repetirse en muchos momentos futuros. No tanto la congregación de gente, como sí el respeto y tolerancia al prójimo, la alegría de verse como un pueblo unido mas allá de las diferencias, el amor hacia su bandera y su patria.
Una verdadera lección para la clase política poseedora de un egoísmo y soberbia en apariencia incurables.
1 comentario:
ojalá que no nos olvidemos de la unidad que se sintió en argentina en esos días patrios
Publicar un comentario