31 enero 2008

La Huella

Hace cien años nacía en Pergamino, provincia de Buenos Aires, Héctor Roberto Chavero, años mas tarde conocido como Atahualpa Yupanqui -nombre que adoptaría en memoria de los últimos gobernantes incaicos-. De madre vasca y padre criollo, este guitarrista, poeta, periodista, escritor y cantante es considerado el mayor exponente del folklore argentino. Residente en varias provincias argentinas, fue un enamorado de su tierra, y al mismo tiempo un comprometido con la realidad social. Esto quedó reflejado tan clara y brillantemente en sus letras, en su música y en su sentida voz, y por otra parte le valió, la censura, la prisión y el exilio durante varias etapas de su vida.
A manera de homenaje y agradecimiento a su enorme obra, pero también dedicado a sus fieles seguidores -entre ellos mi padre, un catamarqueño tan de campo como Don Ata, que me acercó el folklore de pequeño- transcribo este hermoso poema hecho canción que habla de una situación por la que muchos han pasado en algún momento, como es el destierro, la soledad y el sentirse
un sapo de otro pozo.
EL FORASTERO
Porque no soy de estos pagos
me acusan de forastero
como si fuera un pecado
vivir como vive el viento
De donde vendrán los vientos,
de donde vendrá el rocío
que besa los pastizales
de la llanura y el cerro
Yo vengo de todas partes
por los caminos del sueño
como las rosas a mayo
los jazmines a enero.
Doy lo que tengo que dar,
y a veces me doy entero
como la dicha en los valles
y la pena en los desiertos
Junto estrellas en la noche
y en la sombra las enhebro
con ellas hago un collar
para ponerlo en el cuello
de una paisana que nunca
me sintiera forastero
Y ando por todas las sendas,
las del valle, las del cerro
y aquellas que no se ven
y andan corazón adentro
La gente me ve pasar
y me dice forastero
solo escuchan mis oídos,
porque mi alma esta lejos
Esta mirando esos mundos
que no ven los que son ciegos
aunque se llenen de luz
y tengan los ojos bellos


Por donde quiera que paso,
voy desgranando mis sueños,
aunque digan los demás,
allá pasa un forastero.



28 enero 2008

Testimonio fotográfico: La juventud perdida

A continuación les presento un breve guión de un posible corto cinematográfico, que lamentablemente no sería de ciencia ficción, ya que es una situación que suele suceder cotidianamente, y que en muchos casos no tiene un final feliz.

Un inconsciente joven tomando vino en cartón se dirige hacia la esquina de una avenida.


El joven se encuentra en estado de ebriedad, sin noción de tiempo y espacio (y encima ¡observen! con vino "Diamante"!?!?! De última el flacoo)


La señal peatonal del semáforo cambia a rojo.

El joven no se detiene y cruza la avenida....

Un conductor distraído no advierte al joven cruzando, y cuando lo hace, intenta frenar mientras toca la bocina desesperadamente. El joven, lento en sus reflejos, tarda en darse cuenta del peligro que se le avecina.

Un segundo antes del impacto, y producto del ruido del bocinazo el ebrio vuelve en sí y queda petrificado del susto.

El conductor logra frenar pero no lo suficiente para evitar el choque.

El joven cae inconsciente en el suelo (pero sin despegarse del vino, jeje)

A los pocos segundos, el joven se despierta, aunque un poco atolondrado

Se acerca gente para auxiliarlo (por la cara no parece ¿no?)


Starring:

Joven alcoholizado............................. Guillermo De Franco

Conductor distraído........................... Daniel Barrientos

Gente solidaria (y curiosa)................ Antonio y Adriana De Franco

Aclaración: Para el próximo corto, se realizará un casting más exigente.