Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres de cada diez personas en el planeta sufren de trastornos de ansiedad. En Argentina, alrededor de 6 millones ya los padecen y las cifras van en aumento; sólo en la Ciudad de Buenos Aires un estudio de una fundación especializada revela que sobre 3700 casos de pacientes diagnosticados entre el año 2000 y 2007, más del 40 por ciento tienen entre 21 y 30 años. El 63 por ciento son mujeres.
La predisposición genética, el ambiente familiar y social y factores propios de la sociedad actual, como la pérdida de trabajo, la inestabilidad económica, la violencia y la inseguridad son los casuales de la enfermedad vedette de estos tiempos: los trastornos de ansiedad.
Este tipo de patologías, llamadas fobias, no son nuevas, pero el incremento de casos a nivel mundial no parece detenerse. Para la OMS, actualmente el 13 por ciento de la población lo padece.
Argentina es fiel reflejo de esta tendencia. Las últimas estadísticas suministradas por la Fundación Fobia Club, institución dedicada a los trastornos de ansiedad desde hace doce años, sobre datos relevados que abarcan el período 2000-2007, han detectado un incremento en el número de consultas, sobre todo en casos de ataques de pánico y de trastornos de ansiedad generalizada (TAG).
El también conocido como panic attack o crisis de ansiedad inesperada y su relación con la agorafobia, lidera el ranking con un 26 por ciento de los casos, seguido del trastorno de ansiedad social (26%) y el TAG (14%). Esta última patología tiene un dato significativo: En el año 2000 sólo representaba el 3 por ciento del total de las consultas. El porcentaje de aumento en términos reales fue de un 645 por ciento.
Para Gustavo Bustamante, psicólogo y vicepresidente de la Fundación las causas de este aumento están bien marcadas: “Sin dudas la crisis socioeconómica del 2001 desencadenó numerosas consultas, pero también es el resultado de un mayor conocimiento sobre este tipo de enfermedades”.
Otro dato por demás significativo es que los jóvenes son los que más consultan por trastornos de ansiedad. Del relevamiento realizado la mayor tasa de consultas corresponde la franja de entre los 21 y 30 años, con un promedio del 42 por ciento. Esta tendencia revirtió la generalidad de las consultas, que habitualmente se hacían a partir de la tercera década de vida.
Alicia Díaz Fariña, psicoanalista, señala que “la falta de expectativas para integrarse a un mercado laboral excluyente y la presión que ejercen las sociedades modernas –que incitan consumir pero ofrecen pocos recursos económicos para hacerlo- inciden fuertemente en los jóvenes, que atraviesan un período de cambio e incertidumbre”.
Pero el problema está en que la edad en que se manifiesta puede ser aún menor, dada la demora en la consulta por estas patologías. En efecto, otro de los elementos a tener en cuenta es que de los 3700 casos relevados el 67 por ciento tiene un tratamiento anterior previo a la consulta, siendo un 84 por ciento de ese total el farmacológico y sólo un 16 por ciento la psicoterapia. Paralelo a esto, otros datos de la OMS señalan que de las 6 millones de personas del país que la padecen, sólo cuarenta mil están en manos del especialista adecuado. “Muchos pacientes llegan frustrados por tratamientos anteriores y hay quienes han visitado 7 médicos antes de llegar a la terapia específica", afirma Bustamante.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) avala la situación farmacológica anterior: el año pasado los argentinos gastaron cerca de 900 millones de pesos en remedios contra trastornos nerviosos.
En cuanto a la distribución de género el estudio revela que las consultas por ansiedad son más frecuentes en mujeres (63 por ciento) que en hombres (37 por ciento). A nivel mundial, las estadísticas muestran un promedio de dos a tres mujeres que consultan por cada hombre. Sin embargo, para Oscar Carrión, presidente de Fobia Club las patologías no distinguen sexo, edad, ni zona geográfica, ni clase social: “Mas allá de que exista una vulnerabilidad femenina a nivel orgánico, psicosocial y hormonal, en nuestra sociedad la mujer tiene más permitido que el hombre expresar sus flaquezas y sus miedos".
La predisposición genética, el ambiente familiar y social y factores propios de la sociedad actual, como la pérdida de trabajo, la inestabilidad económica, la violencia y la inseguridad son los casuales de la enfermedad vedette de estos tiempos: los trastornos de ansiedad.
Este tipo de patologías, llamadas fobias, no son nuevas, pero el incremento de casos a nivel mundial no parece detenerse. Para la OMS, actualmente el 13 por ciento de la población lo padece.
Argentina es fiel reflejo de esta tendencia. Las últimas estadísticas suministradas por la Fundación Fobia Club, institución dedicada a los trastornos de ansiedad desde hace doce años, sobre datos relevados que abarcan el período 2000-2007, han detectado un incremento en el número de consultas, sobre todo en casos de ataques de pánico y de trastornos de ansiedad generalizada (TAG).
El también conocido como panic attack o crisis de ansiedad inesperada y su relación con la agorafobia, lidera el ranking con un 26 por ciento de los casos, seguido del trastorno de ansiedad social (26%) y el TAG (14%). Esta última patología tiene un dato significativo: En el año 2000 sólo representaba el 3 por ciento del total de las consultas. El porcentaje de aumento en términos reales fue de un 645 por ciento.
Para Gustavo Bustamante, psicólogo y vicepresidente de la Fundación las causas de este aumento están bien marcadas: “Sin dudas la crisis socioeconómica del 2001 desencadenó numerosas consultas, pero también es el resultado de un mayor conocimiento sobre este tipo de enfermedades”.
Otro dato por demás significativo es que los jóvenes son los que más consultan por trastornos de ansiedad. Del relevamiento realizado la mayor tasa de consultas corresponde la franja de entre los 21 y 30 años, con un promedio del 42 por ciento. Esta tendencia revirtió la generalidad de las consultas, que habitualmente se hacían a partir de la tercera década de vida.
Alicia Díaz Fariña, psicoanalista, señala que “la falta de expectativas para integrarse a un mercado laboral excluyente y la presión que ejercen las sociedades modernas –que incitan consumir pero ofrecen pocos recursos económicos para hacerlo- inciden fuertemente en los jóvenes, que atraviesan un período de cambio e incertidumbre”.
Pero el problema está en que la edad en que se manifiesta puede ser aún menor, dada la demora en la consulta por estas patologías. En efecto, otro de los elementos a tener en cuenta es que de los 3700 casos relevados el 67 por ciento tiene un tratamiento anterior previo a la consulta, siendo un 84 por ciento de ese total el farmacológico y sólo un 16 por ciento la psicoterapia. Paralelo a esto, otros datos de la OMS señalan que de las 6 millones de personas del país que la padecen, sólo cuarenta mil están en manos del especialista adecuado. “Muchos pacientes llegan frustrados por tratamientos anteriores y hay quienes han visitado 7 médicos antes de llegar a la terapia específica", afirma Bustamante.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) avala la situación farmacológica anterior: el año pasado los argentinos gastaron cerca de 900 millones de pesos en remedios contra trastornos nerviosos.
En cuanto a la distribución de género el estudio revela que las consultas por ansiedad son más frecuentes en mujeres (63 por ciento) que en hombres (37 por ciento). A nivel mundial, las estadísticas muestran un promedio de dos a tres mujeres que consultan por cada hombre. Sin embargo, para Oscar Carrión, presidente de Fobia Club las patologías no distinguen sexo, edad, ni zona geográfica, ni clase social: “Mas allá de que exista una vulnerabilidad femenina a nivel orgánico, psicosocial y hormonal, en nuestra sociedad la mujer tiene más permitido que el hombre expresar sus flaquezas y sus miedos".
No es un invento de los neuróticos. Los trastornos de ansiedad son fenómenos que se extienden. La OMS advirtió hace poco que uno de cada veinte habitantes del planeta tendrá algún trastorno de este tipo. Razones no faltan. El miedo parece haberse apoderado de todo.
Agradecimientos:
Alicia Yebra, www.fobiaclub.com
4 comentarios:
Dani, la verdad que me pareció un trabajo muy exhausto de tu parte, viendo las estadísticas de las personas que la padecen. Creo que estás en lo cierto con respecto a la explicación que le encontras respecto de que todo esto lo estamos viviendo en la actualidad por la sociedad en si, vivimos mal, ansisosos, nerviosos, desesperados y todo ese cóctel nos termina perjudicando, me toca vivirlo de cerca y lo entiendo. Muy buena la nota y precisa. Quisiera encontrarle la medicina a este mal...
Mercedes
Daniel, sinceramente me encanto como quedo redactada la nota, super informativa, con datos precisos, opiniones de especialistas y un mensaje pronostico final, muy bueno.
La verdad, GENIAL!!!
Un abrazo, seguimos en contacto
Alicia
Si pudiéramos atacar estas fobias con un buen tratamiento, también evitaríamos otros males que vienen de la mano de la ansiedad. Actualmente hay muchos trastornos "nuevos" que invaden nuestra vida diaria, varios de ellos producto de nuestra vida acelerada como el "Bruxismo" que se hace cada vez más común. Muy buena redacción. Felicitaciones!
También hay que decir que hay gente que es hipocondriaca y exageraa un montón..
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